Silvia hoy se ha levantado antes de la hora habitual; no eran ni las cinco. Se ha aseado, vestido como siempre y después del vaso de café ha instalado la videoconsola en la bicicleta.
Antes de pasar por el mercado la dejará en la tienda para que la revisen; ayer un niño le avisó de que no funcionaba y ella no entiende.
Sabe bién que debe tener la tres funcionando antes del fin de semana. Estos días habrá feria en la ciudad y el lunes, además, es feriado, por lo que habrá muchos niños que vendrán a la venta a jugar; no quiere perder esos quince córdobas la hora por casi ocho niños de media que diariamente vienen a su venta a jugar. Hace más de dos años que las puso y casi desde el primer día valen su precio.
Hoy hará calor o quizás sólo en la mañana; luego lloverá, como cada día en invierno. Pero hoy el amanecer es caluroso, el cielo brilla del azul del lago y el cerro está despejado. Dos zopilotes en pleno vuelo. Le gusta bajar por el puente; dejar que la bicicleta coja velocidad le resulta relajante pero hoy va con cuidado, no se le fregue (*) la videoconsola. Ya no echa en falta su vida en Costa Rica; hace seis años que volvieron y la venta les ha ayudado a instalarse. Le gusta su vida aquí y le gusta la venta; le permite salir, charlar con la gente y siempre hay ratos libres, antes de cerrar a las diez de la noche. Cuando estaba en hotel trabajaba también todo el día pero no salía para nada y además le era aburrido.
El mercado de Granada está abriendo cuando llega. Pasea por la paradas de fruta, de verduras, de pan y pregunta precios; luego comprará pasta de dientes, algunos caramelos más, jabones, paquetes de arroz, frijoles, algo de pollo y tabaco para vender los cigarrillos de a uno a uno. Carga todo y vuelve a casa; son casi las seis y media, lo acomoda todo y se le hace la hora para llevar a las niñas al colegio. La tienda queda abierta y ya hay quien la atienda.
De vuelta, pone a cocer los frijoles. Mientras despacha ojea los libros de recetas que tiene; antes del almuerzo tiene clase de cocina y a veces juega a acertar si hoy habrán un pastel o una torta; "... de pronto, si es torta puedo hacerla después y así la vendo por la tarde, antes de la cena pasa gente y siempre compran. Es un buen postre después de la repochetas y los nachos."
Corta la ensalada, hierve el arroz y fríe el queso. Son ya las once, a la una se come en su casa pero ella, por la clase, quiere almorzar antes.
"No, era un pastel, uno que se llama tres leches. Estará bueno, seguro. Lo haré pasado mañana. Hoy tocan buñuelos de yuca y miel. Ya lo tengo preparado. Pero antes pasaré a ver si ya está lista la videoconsola."
El encargado de la tienda de reparación le dice que está fregada y que ya no se puede hacer nada. Bueno pues ya verá qué hace. Vuelve a la venta, en dos horas tiene que tener lista la cena y antes tiene que pasar por la ferretería, quisiera comprar unos quinqués, algunas candelas y fósforos ; hay cortes de luz en la ciudad y varios se los han pedido. De camino se da cuenta de que casi no tenía bananos maduros; véamos donde habrá a estas horas algo para comprar.
Son ya las dos y media; en un rato todo debe estar listo. LLega, descansa un momento en la mecedora y apoya la cabeza en el respaldo mientras se acuna suavemente. Un jugo y dos canciones en la radio y ya. Uno, dos y tres, empezamos: huevo, azúcar, yuca y a freir; luego el poquito de miel y ya está listo. Mientras tanto, desde la cortina de la cocina, ve la ventas que se hacen: dos caramelos, una libra de harina de maiz, dos paquetes de chicharrones picantes, seis huevos, cuatro tortitas secas...
Antes de empezar con la comida de la cena tiene que hacer un mandado; "venga, ya voy y vuelvo. Bueno, me cruzo *; ya vengo!!"
Cae ya la luz, son casi las seis y todo ya empieza moverse fuera. El fuego en marcha, el aceite salta y fríe. En la mesa ya las bandejas tapadas del postre del día, los buñuelos y la repochetas, tacos, enquiladas y papas. Un cliente más y otro y ahora no hay nadie pero al rato otro.
A las nueve todo el mundo parece hacer cenado. Todo a la cocina y la mesa dentro. Repasa la caja, ordena y barre la tienda, hace la lista para mañana, tapa las teles de la dos videoconsolas y se sienta en la acunadora de la sala mientras la tele suena de fondo. En la casa casi todos duermen ya, es tarde.
Los buñelos han gustado mucho. "Mañana haré ese pastel nuevo de hoy. A ver si me sale . "
(*fregarse= romperse
cruzarse= irse)
Hoy hará calor o quizás sólo en la mañana; luego lloverá, como cada día en invierno. Pero hoy el amanecer es caluroso, el cielo brilla del azul del lago y el cerro está despejado. Dos zopilotes en pleno vuelo. Le gusta bajar por el puente; dejar que la bicicleta coja velocidad le resulta relajante pero hoy va con cuidado, no se le fregue (*) la videoconsola. Ya no echa en falta su vida en Costa Rica; hace seis años que volvieron y la venta les ha ayudado a instalarse. Le gusta su vida aquí y le gusta la venta; le permite salir, charlar con la gente y siempre hay ratos libres, antes de cerrar a las diez de la noche. Cuando estaba en hotel trabajaba también todo el día pero no salía para nada y además le era aburrido.
El mercado de Granada está abriendo cuando llega. Pasea por la paradas de fruta, de verduras, de pan y pregunta precios; luego comprará pasta de dientes, algunos caramelos más, jabones, paquetes de arroz, frijoles, algo de pollo y tabaco para vender los cigarrillos de a uno a uno. Carga todo y vuelve a casa; son casi las seis y media, lo acomoda todo y se le hace la hora para llevar a las niñas al colegio. La tienda queda abierta y ya hay quien la atienda.
De vuelta, pone a cocer los frijoles. Mientras despacha ojea los libros de recetas que tiene; antes del almuerzo tiene clase de cocina y a veces juega a acertar si hoy habrán un pastel o una torta; "... de pronto, si es torta puedo hacerla después y así la vendo por la tarde, antes de la cena pasa gente y siempre compran. Es un buen postre después de la repochetas y los nachos."
Corta la ensalada, hierve el arroz y fríe el queso. Son ya las once, a la una se come en su casa pero ella, por la clase, quiere almorzar antes.
"No, era un pastel, uno que se llama tres leches. Estará bueno, seguro. Lo haré pasado mañana. Hoy tocan buñuelos de yuca y miel. Ya lo tengo preparado. Pero antes pasaré a ver si ya está lista la videoconsola."
El encargado de la tienda de reparación le dice que está fregada y que ya no se puede hacer nada. Bueno pues ya verá qué hace. Vuelve a la venta, en dos horas tiene que tener lista la cena y antes tiene que pasar por la ferretería, quisiera comprar unos quinqués, algunas candelas y fósforos ; hay cortes de luz en la ciudad y varios se los han pedido. De camino se da cuenta de que casi no tenía bananos maduros; véamos donde habrá a estas horas algo para comprar.
Son ya las dos y media; en un rato todo debe estar listo. LLega, descansa un momento en la mecedora y apoya la cabeza en el respaldo mientras se acuna suavemente. Un jugo y dos canciones en la radio y ya. Uno, dos y tres, empezamos: huevo, azúcar, yuca y a freir; luego el poquito de miel y ya está listo. Mientras tanto, desde la cortina de la cocina, ve la ventas que se hacen: dos caramelos, una libra de harina de maiz, dos paquetes de chicharrones picantes, seis huevos, cuatro tortitas secas...
Antes de empezar con la comida de la cena tiene que hacer un mandado; "venga, ya voy y vuelvo. Bueno, me cruzo *; ya vengo!!"
Cae ya la luz, son casi las seis y todo ya empieza moverse fuera. El fuego en marcha, el aceite salta y fríe. En la mesa ya las bandejas tapadas del postre del día, los buñuelos y la repochetas, tacos, enquiladas y papas. Un cliente más y otro y ahora no hay nadie pero al rato otro.
A las nueve todo el mundo parece hacer cenado. Todo a la cocina y la mesa dentro. Repasa la caja, ordena y barre la tienda, hace la lista para mañana, tapa las teles de la dos videoconsolas y se sienta en la acunadora de la sala mientras la tele suena de fondo. En la casa casi todos duermen ya, es tarde.
Los buñelos han gustado mucho. "Mañana haré ese pastel nuevo de hoy. A ver si me sale . "
(*fregarse= romperse
cruzarse= irse)
¡Vaya,vaya, parece que se te va pegando el nuevo vocabulario; fríjoles, fregado,venta,jugo...! ¿A que es muy rico y más expresivo?.
ResponderEliminarMe gusta el cuento, un canto a lo cotidiano, a la poesía de lo diario...
Es alucinante el vocabulario !!! a veces creo que hablamos diferente idioma.
ResponderEliminarSí, aquí hay muchas Silvias como la que te describo.
La del cuento es una mujer encantadora, luchadora y curiosa de todo. El modelo que he tomado es muy real !!.
un beso.